El cilantro es una hierba aromática que se utiliza en muchas recetas de todo el mundo. Tiene un sabor fresco y cítrico, que algunas personas encuentran agradable, mientras que otras lo encuentran desagradable. ¿Por qué? La respuesta está en nuestros genes.
En 2006, un equipo de investigadores de la Universidad de Chicago descubrió que existe un gen llamado OR6A2 que juega un papel importante en la forma en que percibimos el sabor del cilantro. Las personas que tienen una variante de este gen son más propensas a encontrar que el cilantro tiene un sabor a jabón.
Este gen está involucrado en la detección de compuestos volátiles, que son sustancias que pueden ser percibidas por el olfato. Los compuestos volátiles del cilantro incluyen aldehídos, que son los responsables del sabor a jabón.
Las personas que tienen la variante del gen OR6A2 son más sensibles a los aldehídos. Esto significa que pueden detectarlos en cantidades más pequeñas que las personas que no tienen la variante del gen. Como resultado, pueden encontrar que el cilantro tiene un sabor más fuerte y a jabón.
Por supuesto, no todas las personas que tienen la variante del gen OR6A2 odian el cilantro. Algunas personas encuentran que el sabor es agradable, aunque un poco fuerte. Otros encuentran que el sabor es neutro, ni bueno ni malo.
El sabor del cilantro también puede verse afectado por otros factores, como la forma en que se cultiva, la forma en que se prepara y la forma en que se combina con otros alimentos. Por ejemplo, el cilantro fresco suele tener un sabor más fuerte que el cilantro seco. El cilantro también puede tener un sabor más fuerte cuando se cocina a altas temperaturas.
Si no te gusta el sabor del cilantro, hay algunas cosas que puedes hacer para tratar de cambiarlo. Puedes intentar utilizar cilantro fresco en lugar de cilantro seco. También puedes intentar cocinar el cilantro a bajas temperaturas. Además, puedes intentar combinar el cilantro con otros alimentos que tengan sabores fuertes, como el ajo o el chile.
En última instancia, la decisión de si usar o no cilantro es personal. Si no te gusta el sabor, no estás obligado a usarlo. Sin embargo, si estás dispuesto a darle una oportunidad, puede que te sorprenda lo mucho que te gusta.